La presente guía técnica es el resultado de la investigación, la experiencia y dedicación del equipo técnico y administrativo del CENTA.
Pretende servir de herramienta de difusión y consulta a profesionales de la agricultura, fruticultores, estudiantes y público en general, sobre las técnicas más recomendadas en la actualidad, generadas o validadas por el CENTA para la producción exitosa de este cultivo, tomando en cuenta la posibilidad de adquisición y adaptabilidad de las mismas a las condiciones climáticas, edáficas y culturales en nuestro país.
Botánica y fenología
El limón Pérsico o Tahití (Citrus latifolia, tanaka), es una planta de tamaño medio a grande, crecimiento vigoroso, forma extendida y casi sin espinas.
El follaje es denso y de color verde, con hojas de tamaño medio, lanceoladas y con pecíolos alados.
Las hojas nuevas y retoños, generalmente tienen coloración violeta.
La floración ocurre durante casi todo el año, principalmente en los meses de mayo-junio.
Los frutos presentan tamaño medio grande; son ovalados, oblongos o levemente elípticos, con la base generalmente redondeada; ápice redondo, superficie aureolar elevada en un pequeño montículo. Las semillas son escasas o ausentes.
La cáscara es, en general fina, con superficie lisa y color amarillo pálido cuando maduro; aunque para exportación el fruto debe presentar una cáscara con superficie ligeramente rugosa, verde oscuro y de tamaño mediano.
En promedio, los frutos están listos para la cosecha de 100 – 120 días después de la floración y presentan aproximadamente 10 segmentos con un eje pequeño generalmente sólido; la pulpa es de color amarillo verdoso pálido, suculento y ácido.
El jugo representa cerca del 50% del peso del fruto, con brix promedio de 9%, acidez 6%, la relación SST (sólidos solubles totales/acidez) es de 1.5 y la cantidad de ácido ascórbico varía entre 20 y 40 mg/100 ml (Hodgson, 1967, Passor et al, 1977, Figueiredo, 1986 y Marcondes, 1991).
El conocimiento de la fenología del limón pérsico, en las condiciones tropicales, es de suma importancia, para la optimización en el manejo del cultivo y el establecimiento de las condiciones necesarias para el aumento en la productividad.