El zapallo es una de las numerosas especies que integran la gran familia de las Cucurbitáceas, representada por cerca 120 géneros y 800 especies.
Todas ellas son muy sensibles al frío. Se originaron en las zonas tropicales y subtropicales del mundo y la mayoría han desarrollado largas guías o ramas con zarcillos para adaptarse a la competencia por la luz.
Tanto las especies nativas como las cultivadas poseen plantas anuales o perennes, generalmente cultivadas en climas templados. Son prolíficas en producción de semillas, dado que viven una temporada hasta que mueren por las heladas. (Nayar y More, 1998)
El término “cucurbitáceas” fue acuñado por Liberty Hyde Bailey para las especies cultivadas de la familia de las cucurbitáceas. Pero durante el presente siglo el término se ha utilizado no sólo para formas cultivadas, sino también para cualquier especie silvestre.
Muchas otras lenguas nativas se aplican a los diferentes miembros de esta gran familia como: “calabaza”, “zapallo”, “zapallito”, “melón”, “sandía”, “pepino”, etc.
De éstos, los de calabaza y zapallo son los más difundidos, casi siempre referidos a las especies de Cucurbita
Descripción botánica del género Cucurbita
Raíz
El sistema radical del zapallo se caracteriza por poseer una raíz pivotante gruesa que puede penetrar hasta 1,80 m de profundidad a su madurez, aunque las ramificaciones por debajo del nivel de 0,60 m no son importantes.
Las ramificaciones son muy expansivas y llegan a cubrir un diámetro de 6 m con numerosas ramificaciones secundarias que miden desde 0,50 m a 2,40 m y tejen una red de raicillas alrededor de la planta.
Además, desarrolla raíces adventicias o nodales que alcanzan longitudes de 1,20 m a 1,50 m con innumerables ramificaciones que aumentan el sistema radical (Weaver y Burner, 1927).
Vástago
En general poseen tallos postrados y trepadores, pero algunas variedades son semierguidas. En estas últimas, los entrenudos son muy cortos en comparación a las primeras y es común que falten los zarcillos.
En las formas postradas se desarrollan una rama principal y de tres a varias ramas laterales situadas en los nudos cercanos al eje caulinar.
Suelen ser muy largas y tienen la tendencia a desarrollar raíces adventicias en los nudos.
El crecimiento de las ramas es muy vigoroso y con una tasa de crecimiento tan elevada que difícilmente pueda ser igualada por otras especies de plantas herbáceas y anuales. Los tallos son groseramente pentagonales, huecos a la madurez y portan pelos glandulares. (Whitaker y Davis, 1962)
Hojas
Las hojas son grandes, cordiformes, pecioladas y de ordinario 3-5 lobadas, variando el tamaño de los lóbulos según la especie y la variedad. En C. pepo, las hojas son pubescentes y comúnmente 3 o 5 lobadas y generalmente presentan manchas blanquecinas en los ángulos internervales.
En C. maxima, carecen de lóbulos o los tienen cortos y redondeados. En C. moschata, son lobadas, pero su contorno es más orbicular que en C. pepo.
La consistencia de las hojas es variable, siendo un poco duras en C. pepo y menos en las otras especies. (Whitaker y Davis, 1962)
Floración, cuaje y fructificación
Todas las especies de Cucurbita son monoicas, con flores amarillas, grandes y visibles, y, por lo general, aisladas en las axilas de las hojas; poseen corola acampanada con cinco lóbulos, que, junto con los cinco lóbulos basales del cáliz, forman el perianto.
Las flores estaminadas aparecen en los nudos basales. En los nudos centrales aparecen las flores pistiladas y estaminadas. Generalmente en los extremos aparecen flores pistiladas poco funcionales