La papa (Solanum tuberosum L.) es un cultivo de alto valor nutricional y medicinal, valioso para la alimentación de la población mundial.
Constituye la principal fuente de ingreso para agricultores de escasos recursos de la región andina, lugar donde existe gran diversidad genética de especies cultivadas y silvestres (INIA, 2013). Sin embargo, a pesar de su alto potencial en rendimiento, en el Perú, el promedio de producción es bajo, en comparación al rendimiento promedio de otros países.
Este menor rendimiento, entre otros factores, se debe principalmente al ataque de plagas y enfermedades que afectan el cultivo, así como a rotaciones intensivas en parcelas cada vez más pequeñas, con suelos de baja fertilidad, expuestos a las condiciones adversas del clima.
Para mejorar el rendimiento y contrarrestar el daño de plagas y enfermedades, los agricultores hacen uso de fertilizantes y pesticidas, con la consecuente contaminación del medio ambiente, riesgo de toxicidad para la salud humana e incremento de los costos de producción
Origen
La publicación de Spooner et al. (2005) reporta que la papa es originaria de la gran Cuenca del Lago Titicaca, meseta del Collao, ubicada entre Perú y Bolivia, región donde se distribuye aproximadamente el 50 % de las especies de papas silvestres y ocho especies de papas cultivadas.
No obstante, evidencias científicas demuestran que la papa fue domesticada hace más de 8 000 años en la región altiplánica del sureste del Perú y noroeste de Bolivia, siendo el Perú considerado como el centro de origen de la papa; lo cual fue confirmado y demostrado por estudios realizados en restos de cerámicas de las culturas Moche y Chimú, en donde se muestra una diversidad de formas y colores de este
tuberculo
Diversidad morfológica
Los cultivares domesticados por los antiguos peruanos se denominan “papas nativas”. Estas son producidas en las regiones altas de la zona andina de Perú y Bolivia (3 000 – 4 300 m s. n. m.), cuyas condiciones agroecológicas adversas que limitan los niveles de producción y productividad son los factores abióticos (alta radiación solar, heladas y sequías intermitentes) y bióticos (ataque de plagas y enfermedades) (Pradel et al., 2017).
En el Perú existen más de 3 000 cultivares de papas ancestrales únicas en el mundo.
Además de sus extraordinarias cualidades nutritivas, se destacan por su diversidad de formas, color de cáscara y pulpa, sabores y texturas (MINAGRI, 2015) (Figura 2).
Las pigmentaciones de pulpas son de colores vistosos, variando entre rojas, amarillas, azules, anaranjados y moradas, formando en muchos casos combinaciones únicas