La poda consiste, esencialmente, en eliminar una parte de un árbol, un arbusto o una planta florífera con el objeto de ayudar a la naturaleza en el sentido y en la dirección útil al hombre, ACA ECONTRARAS LIBROS Y MANUALES DE AGRONOMIA, totalmente gratis, LEE el post completo.
En su concepto más amplio, consiste en el conjunto de operaciones que se realizan directamente sobre el esqueleto o sobre la copa de las plantas con el fin de:
[ modificar y/o controlar el tamaño
[ formar la planta y regular la cantidad de flores y frutos
La presente síntesis trata de poner en conocimiento del lector una serie de conceptos básicos de la poda en frutales y ornamentales que contribuyan a responder las tres preguntas importantes que es preciso formular: ¿por qué, cuándo y cómo se debe podar?
Objetivos
Cuando se persiguen resultados netamente económicos, por ejemplo en el caso de montes frutícolas comerciales, la poda es más compleja y comprometida que en plantas ornamentales ya que su finalidad es la obtención de los siguientes objetivos:
a) Regular la forma y las dimensiones de los árboles para facilitar una económica realización de las labores de cultivo.
b) Acortar en lo posible el período improductivo inicial.
c) Regular la fructificación cada año.
d) Favorecer la producción de fruta de calidad.
e) Mantener la planta en condiciones de buena eficacia vegetativa y productiva el mayor tiempo posible.
Tipos de Podas
Según el período del ciclo biológico del árbol en el que se realice esta práctica, se pueden distinguir los siguientes tipos:
a). Poda de formación
Básicamente, tiende a lograr una planta bien dotada, con ramas dispuestas en forma conveniente, bien equilibradas de acuerdo al objetivo perseguido (seto, vaso abierto, planta de bajo porte, enredadera, etc).
Durante este período la planta se caracteriza por una intensa actividad vegetativa y por la ausente o escasa fructificación.
Se debe tener en cuenta que la poda ejerce una acción depresiva sobre el desarrollo del tronco, de la copa y del sistema radicular, mientras que por el contrario, la acción ejercida sobre ramas individuales estimula su actividad vegetativa por lo que resultan más vigorosas y revestidas de un número mayor de hojas más grandes.
Teniendo en cuenta lo expuesto, la poda de formación debe cumplir con las siguientes exigencias:
1) El esqueleto de la planta debe formarse en el tiempo más breve posible.
2) Las ramas que constituirán el esqueleto deben elegirse cuando están todavía en el estado de brotes y seguidas hasta su completo desarrollo, eliminando los brotes competentes y regulando su vigor mediante la modificación de su ángulo de inserción.
En algunas especies (por ej. duraznero) la formación de ramas de segundo y tercer orden puede lograrse fácilmente empleando tanto los brotes normales como los anticipados.
3) Además de las ramas para la formación del esqueleto deben guiarse las ramas de renovación,
b) Poda de floración o fructificación
Regula la producción de flores y frutos. Se aplica gradualmente a los árboles adultos para conservar la forma impuesta y para regular la relación entre la actividad vegetativa y la productiva
c) Poda de rejuvenecimiento
Se efectúa, normalmente, en árboles y arbustos en el período final del ciclo biológico para estimular la actividad vegetativa.
Se aplica también en el caso de ejemplares descuidados, mal formados y de escasa floración.
Otros tipos de poda cuya utilización es ocasional y muy específica son las Podas de Reforma para modificar la conformación de la copa y las Podas de Saneamiento destinadas a plantas con ramas o troncos deteriorados.
Cómo cortar
En el caso de ramas gruesas los cortes se efectúan de manera que se facilite la cicatrización de la herida, tratando de no dejar muñón aunque el corte se Inicie en la horqueta.
La poda se Inicia con un corte , hasta casi la mitad de su diámetro, del lado Inferior (corte a) y a unos 20-30cm del tronco de¡ cual se origina; a unos 1O cm más hacía afuera y desde arriba se efectúa un nuevo corte (b) que permitirá separar la rama, la cual se rompe por su propio peso sin desprender corteza. Mediante el corte (c) se elimina el tocón restante. (Fig.1)
Estos cortes importantes se realizan con serrucho de poda o motosierra.
En el caso de ramas delgadas (hasta 2 cm de diámetro), se utiliza tijera con buen filo, asegurando un corte limpio que debe ser a bisel.