Fertirrigación o Fertigación, es el proceso mediante el cual los fertilizantes o elementos nutritivos que necesita una planta son aplicados junto con el agua de riego.
Cuando además de fertilizante se aplica otro tipo de productos químicos como herbicidas, insecticidas, fumigantes de suelo, acondicionadores de suelo (enmiendas) y compuestos que permiten el buen funcionamiento de los sistemas de riego presurizados (goteo, microjet y microaspersión), se usa el termino “quemigación».
Ventajas de la fertirrigación
Entre las ventajas que presenta la aplicación de fertilizantes a los cultivos, por medio de un sistema de riego, se encuentran las siguientes:
· Mayor eficiencia en el uso de los fertilizantes.
Una mayor cantidad de fertilizante es utilizado por la planta en relación al total del fertilizante aplicado.
Existe una mejor distribución y uniformidad, mejor penetración en el suelo y menores pérdidas por volatilización debido a que penetra en el suelo disuelto en el agua de riego.
· Adaptación del programa de fertilización a diferentes etapas de desarrollo del cultivo.
Las aplicaciones de fertilizante pueden hacerse al ritmo que el cultivo lo necesita en las fases de crecimiento vegetativo, floración, cuajado y postcosecha. Los fertilizantes pueden ser aplicados a través de mecanismos automáticos que permiten un alto control del agua y de los fertilizantes.
Uso de suelos marginales.
Suelos pedregosos o muy arenosos que se caracterizan por una baja fertilidad natural, pueden ser cultivados sin problema y obtenerse de ellos altas producciones.
Ahorro de trabajo y comodidad.
Se requiere menor mano de obra en la aplicación de fertilizantes y la aplicación es independiente de la hora del día y estado de ánimo del trabajador.
· Reducción de la compactación del suelo.
No se utiliza maquinaria agrícola, por lo tanto se reduce la compactación que el exceso de tráfico provoca al suelo.
· Reducción del daño mecánico al cultivo.
Existe una baja probabilidad de daño mecánico al cultivo tales como poda de raíces, rotura de hojas o quiebre de ramillas.
· Posibilidad de utilizar fertilizantes líquidos y gaseosos.
La fertilización tradicional requiere de productos formulados en forma sólida para facilitar su manejo. Hay productos como amoníaco anhidro (NH3) que se comercializa en forma de gas. El amoniaco reacciona en forma instantánea con el agua formando el ion amonio (NH4′) que es retenido por el complejo de intercambio. También es posible utilizar soluciones líquidas formuladas especialmente para diferentes fases de desarrollo del cultivo.