El objetivo de esta guía técnica es recoger las principales experiencias técnico – científicas en el manejo del algodón, especialmente de las variedades Pima peruano, Del Cerro y Tangüis.
Asimismo, se plantea experiencias en el manejo convencional y en los sistemas de producción sostenible y orgánico; con la finalidad de que los agricultores dedicados a la producción de algodón, principalmente en las regiones de Piura, Lambayeque e Ica, cuenten con una herramienta de técnica actualizada, con enfoque integral y visión de mercado
INTRODUCCION
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), desde su fundación en 1978, tuvo a la investigación en el cultivo de algodón (Gossypium spp.) como una de las actividades más importantes en sus planes de desarrollo. Hablar de algodón en el INIA es hablar del esfuerzo de genetistas que desarrollaron variedades que aportaron a la economía de los agricultores.
Sin embargo, la historia de la investigación algodonera del INIA, nace con la Estación Experimental Agrícola del Perú, creada en 1927 por iniciativa de la Sociedad Nacional Agraria, y que en 1930 fue entregada al Estado adoptando el nombre de Estación Experimental Agrícola La Molina. En aquellos años, el algodón, junto con la caña de azúcar (Saccharum officinarum), fueron los cultivos más importantes del país.
Las primeras investigaciones realizadas en el cultivo de algodón en la Estación Experimental Agrícola La Molina se dieron entre 1930 y 1939, centrándose principalmente en el distanciamiento de siembra, fertilización, riego, comparación entre variedades, control de plagas y sistemas de labranza, entre otros
Importancia del algodón
La domesticación del algodón se realizó paralelamente en diferentes continentes, en África – Asia, Mesoamérica y en la costa del Pacífico de América del Sur (Cubero, 2018).
Existen evidencias de que su domesticación fue realizada en la India al menos, desde hace tres mil años (Ghosh y Ghosh, 1995); no obstante, el manejo de algodón (Gossypium barbadense) por los antiguos peruanos se remonta a 7 800 años, lo que representaría uno de los usos más antiguos del mundo textil (Splitstoser et al., 2016).
El algodón en el Perú fue domesticado en la costa norte, y las evidencias textiles de las culturas prehispánicas (Huaca Prieta-Ascope, Departamento de La Libertad) son muestra de ello (Bennett y Bird, 1964; Stephens, 1975). Este cultivo revolucionó la agricultura peruana y ayudó al proceso de desarrollo social y económico (Lazo, 2004).
Conjuntamente con el algodón, se han desarrollado otras fibras textiles a lo largo de la historia del hombre, tales como el lino, cáñamo, lana, seda, entre otras fibras.
Sin embargo, por sus cualidades y fácil producción, el algodón se posicionó con el tiempo, convirtiéndose en la fibra textil natural más importante en la actualidad.