La mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum Westwood y Bemisia tabaci Gennadius) (figura 1) es una de las plagas hortícolas que afecta muchos cultivos, entre los que se encuentra el fríjol. Su importancia en esta especie es principalmente la transmisión de virus, y ataques severos pueden ocasionar la pérdida total del cultivo (Cuéllar & Morales, 2006). Las poblaciones de mosca blanca se incrementan de manera gradual con los aumentos de la temperatura y la humedad relativa, pero decrecen cuando el cultivo de fríjol llega a la edad de 33 días de germinado (Gonçalves et al., 2019; Latif & Akhter, 2013).
Figura 1. Estados de la mosca blanca. a. Adultos de mosca blanca en hoja de fríjol; b. Mosca blanca en diferentes estados de desarrollo (huevos, ninfa y adultos) en el envés de una hoja.
Descripción del daño
La mosca blanca causa daños directos a la planta alimentándose de ella, chupando su savia, lo que afecta su desarrollo, debido a la fumagina que se presenta con ataques severos (figura 1b), y que se produce sobre la melaza que segrega al alimentarse (Cuéllar & Morales, 2006).
Por lo general, este insecto se encuentra en el envés de las hojas (Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato [Cesaveg], 2016). Los estados ninfales (figura 1b) se ubican principalmente en la parte inferior de la planta de fríjol (hojas bajeras), y los huevos y los adultos (figura 1a) se hallan en la parte superior, debido a que se alimentan en las hojas más jóvenes, atraídos por su color (Cardona et al., 2005; Gonçalves et al., 2019).
Manejo de la mosca blanca
Para un manejo integrado de la mosca blanca se deben retirar los desechos de cosecha, no realizar siembras escalonadas, hacer rotación con cultivos no hospederos, como el maíz, y utilizar trampas amarillas para el monitoreo (Cardona et al., 2005). Esta plaga tiene enemigos naturales que ayudan a controlar su población, dentro de los cuales se pueden mencionar avispitas muy pequeñas, entre las que se encuentran Encarsia formosa Gahan y Amitus sp., además de hongos entomopatógenos como Lecanicillium sp., Aschersonia sp. y Beauveria sp. (Arias et al., 2007).
Una opción de manejo es el tratamiento químico de las semillas de fríjol, ya que los efectos residuales duran de 20 a 30 días, periodo en el cual el cultivo es muy susceptible al ataque de la plaga (Gonçalves et al., 2019). Para decidir si se hace el control químico, se deben observar las ninfas en el primer instar y, si en un muestreo de 25 foliolos el área ocupada sobrepasa el 30 %, se ha excedido el umbral de acción y se deben tomar medidas (Cardona et al., 2005) (tabla 1), dirigiendo las aplicaciones al envés de la hoja, donde se alimentan.
Según Latif y Akhter (2013), si se realiza un manejo químico apropiado, como una adecuada rotación de insecticidas y aplicaciones con intervalos de diez días (si la población lo amerita), se puede reducir hasta un 64,13 % de la población de mosca blanca, lo que se ve reflejado en un aumento del rendimiento del cultivo de fríjol (tipo arbustivo) en un 66 %.
Tabla 1. Ingredientes activos para el control de la mosca blanca
Ingrediente activo | Modo de acción | Mecanismo de acción | Referencias |
Pyriproxyfen | Metabólico: nivel elevado de monooxigenasa | Contacto e ingestión | Tamayo & Londoño, 2001 |
Thiocyclam | Bloqueadores de canales del receptor nicotínico de acetilcolina | Contacto e ingestión | Tamayo & Londoño, 2001 |
Imidacloprid | Moduladores competitivos del receptor nicotínico de acetilcolina | Sistémico | Arias et al., 2007 |
Buprofezin | Inhibidores de la biosíntesis de quitina | Ingestión, contacto e inhalación | Arias et al., 2007 |
Diafentiuron | Inhibidores de la atp sintasa mitocondrial | Contacto e ingestión | Arias et al., 2007 |
Nota: Se deben rotar los productos según su modo de acción, siguiendo las recomendaciones del ingeniero agrónomo.
Fuente: Elaboración propia